La creatividad es la voz del alma y nos permite descubrir quienes somos.
Yo soy una Especia por su raíz tierra, su alma, su exotismo, belleza y personalidad, color, aroma, vida y fuerza. Una Especia que aporta distinción a un plato sin cobrar protagonismo. Una especia que se disipa dejando una huella que perdura y despierta los sentidos y emociones.
Mi gastronomía es el reflejo de mi alma, de mi Yo y así os la quiero transmitir.
Desde la Antigüedad, la cocina libanesa fue enriqueciéndose con multitud de platos de sabores sutiles y generosos. Cocina del sol y del corazón, hecha de exquisistez y elegancia, es la expresión de todo un arte de vivir.
El concepto de comida en El Líbano como en muchos países árabes está íntimamente ligado al de hospitalidad, en muchos de los casos servir una comida al invitado es una oportunidad de honrarle.
Es extraordinariamente diversa y posee especialidades propias y adaptadas de los diferentes países de su entorno. Con alimentos frescos y sabrosos, junto con algunas especias, los libaneses han adaptado lo mejor de la cocina turca y la árabe, aderezándolo con un aire de la francesa.
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